junio 16, 2004

Es ficción... ¡pero duele igual!

reconstruction

Reconstruction (2003). Ayer fuí al cine a ver Reconstrucción, una película que narra una historia sobre el destino, las decisiones y sus consecuentes realidades alternativas. La ciudad de Copenhague es el escenario de la cinta debut de Christoffer Boe, galardonado con la Cámara de Oro en el Festival de Cine de Cannes 2003.

La cinta, que le valió a su director el reconocimiento internacional, nos muestra a un joven fotógrafo: Alex (Nicolaj Lie Kaas), enamorado de una hermosa mujer que conoce en el metro: Aimeé (Marie Bonnevie), la cual está casada con un maduro escritor, August (Krister Henriksson), quien se encuentra en Copenhague promocionando su trabajo y escribiendo su última novela. Después de pasar una noche con Aimeé, Alex se encuentra frente a una paradoja: abandonar a Aimeé o permanecer con ella abandonando a su novia Simone (también interpretada por Marie Bonnevie), a partir de ese momento su mundo cambia repentinamente, su departamento ya no existe, su novia y amigos no lo reconocen, curiosamente August, esposo de Aimeé está escribiendo una historia muy similar a los eventos que él está experimentando, es en este momento cuando nos percatamos de que la cinta admite varias lecturas y puede ser vista desde diferentes perspectivas, el relato es laberíntico, confuso, inesperado y sorprendente, rayando en lo onírico echa mano de una poética narración en guión y en imágenes.

Desde mi perspectiva y bajo mi particular lectura el filme nos muestra una meditación sobre el amor y la suerte, sobre la determinación para enfrentar nuestros deseos e instintos y ser consecuente con las decisiones que se derivan de ellos.

in the pub

Al final cada quien tiene su muy personal percepción de la cinta, lo que se ha visto, ¿es real?, ¿es producto de la imaginación del autor?, ¿será que August manipula y decide los destinos de Alex, Aimeé, y Simone? O estamos viendo la reconstrucción que cada personaje hace en su mente sobre los posibles resultados de las posibles decisiones que tendrán que tomar.

Y es que, aunque imaginemos múltiples desenlaces para nuestras posibles decisiones, al final me quedo con la frase del maduro escritor August en la cinta: “Es ficción... pero duele igual”.


No hay comentarios.: