noviembre 26, 2007

tras la puerta roja...

Alberto me ha pasado la estafeta para un juego: SI TU MENTE FUERA UNA MORADA, ¿CÓMO SERÍA?, pues la he imaginado de la siguiente manera:

Puerta roja. by spanakis 100

Si mi mente fuera una morada una puerta roja le daría acceso, después de subir una altura a través de unos escalones ascendentes de mármol blanco flanqueados por muros rojos sobre los cuales cuelgan varias pinturas, se accedería a un área que tendría techos tan altos que, sin la luz adecuada, no se verían, el piso estaría recubierto con duela café, excepto por un cuadrado en el centro en donde se ubicaría un jardín Zen con arena blanca de donde brotaría un árbol con follaje decorado con cálidas luces blancas, alrededor del jardín Zen se distribuyen cómodos sillones (uno de ellos rojo) para echarse: a leer, a escuchar música o a reflexionar, al fondo y sobre uno de los muros sobresale una chimenea hecha con ladrillo rojo en donde el fuego arde incesantemente, sobre los dos de los muros que flanquean esa pared, se ubican largos estantes llenos de libros de todos tamaños, volúmenes, colores y texturas, dichos estantes sobrepasan la altura estándar y cuentan con un pasillo intermedio con barandal de protección y las escaleras necesarias integradas para alcanzarlo; a ambos lado de la chimenea se ubican, de un lado un equipo de sonido, con un estante contiguo lleno de LPs, CDs y cintas con música, y del otro lado una puerta (también roja) que da acceso a una sala sin ventanas con alfombra de tonos grises como piso y donde sólo hay un love seat blanco frente a una pantalla, y un estante lleno de películas que abarca todo el muro contiguo al sillón, el muro tras el sillón presenta una mural con un autorretrato de rostro pintado exclusivamente en dos tonos de rojo.

La cama se encuentra sobre un mezzanine ubicado en la pared frente a la chimenea, desde el mezzanine se ve el jardín Zen, el árbol iluminado, los estantes llenos de libros, la chimenea y la puerta roja de la sala de cine, no hay muros que delimiten la habitación, solo un barandal de protección hecho de cristal y acero, mismos materiales que forman la escalera de caracol que le da acceso, el piso es también de duela, y la cama no es muy alta, apenas despega 30 cm. del piso, sobre la cama hay un tragaluz por donde se ve el cielo. Alrededor del árbol, sobre el piso de duela y sobre los sillones hay siempre libros repartidos por doquier, en el límite de la duela con el jardín Zen están siempre un atril con partituras y el estuche de cierto instrumento que demanda ser tocado cada vez que los tiempos y compases así lo exigen...

En mi morada me gusta ser y estar, y algunas veces llegan invitados que tardan tiempo en irse, sobre el mezzanine, en la pared junto a la cama, hay un retrato en blanco y negro enmarcado de cada uno de ellos, cuando se van, me dejan para siempre la instantánea de su sonrisa...

Dije que para acceder a mi morada había que subir una altura, mi mente está en el segundo nivel, en el primero se encuentra el inconsciente, pero esa es otra historia.



P.D. Paso la estafeta a: Enrique, Jacobo y José Luis.


noviembre 13, 2007

hoy sé...

Ayer me decepcioné,

hoy busqué una verdad,

ayer quise salir corriendo,

hoy quise regresar,

ayer me doliste,

hoy encontré consuelo,

ayer quise desaparecer,

hoy alguien logró encontrarme,

ayer perdí una batalla,

hoy sé que puedo ganar la guerra,

ayer quise ser princesa,

hoy me sentí extranjera.


Hoy no quise ser yo

y me di cuenta de que no tengo otra opción,

hoy me reencontré,

hoy sé que me pertenezco otra vez.