septiembre 12, 2007

MATCH POINT ¿cuestión de suerte?


The man who said "I'd rather be lucky than good" saw deeply into life. People are afraid to face how great a part of life is dependent on luck. It's scary to think so much is out of one's control. There are moments in a match when the ball hits the top of the net, and for a split second, it can either go forward or fall back. With a little luck, it goes forward, and you win. Or maybe it doesn't, and you lose. Chris Wilton en Match Point (Woody Allen, 2005).


Match Point, Woody Allen.

Vi Match Point en el 2005 cuando vivía en la Mexico City (extraño esos días, mucho, mucho), fue en los Cinemex de Pabellón Altavista (donde era cliente asidua por cierto), lo que más me atrajo del filme fue el planteamiento de la culpa como castigo supremo a una mala acción, la suerte como procuradora de ese castigo tormentoso por una acción que no se puede confesar, que consecuentemente no se puede expiar, y con la que se debe cargar el resto de la vida sin posibilidad de obtener perdón.

Uno de los principios fundamentales de la ética es “no hagas a otros lo que no quieras que te hagan a ti”, pero es igualmente justificado afirmar: “todo lo que hagas a otros te lo haces también a ti mismo”[1]. Creo que esta última frase sintetiza lo que Woody Allen plantea en Match Point, y que previamente había tocado con mejor tino aunque con menos sensualidad en Crímenes y pecados.

La película comienza con una premisa representada por una pelota de tenis que pega contra la red: en ciertos momentos, en la vida como en el juego, la suerte puede decidirlo todo. Chris Wilton, un joven de origen humilde sobrevive como instructor de tenis en un club elitista en donde conoce a los aristocráticos hermanos Tom y Eleanor Hewett y a Nola Rice, prometida de Tom. De la convivencia con los círculos aristocráticos crece en Chris una ambición por procurarse un bienestar económico y social y ve en Eleanor, quien se siente atraída por él, al instrumento perfecto para lograrlo, aunque es Nola por quien siente una desenfrenada atracción.

Allen presenta una historia sobre la consecución de los deseos de un joven ambicioso y sus implicaciones éticas, la referencia de Chris con el Raskolnikov de Dostoievski en Crimen y Castigo es evidente, y el suceso trágico derivado de las elecciones y acciones del protagonista refiere a Crímenes y Pecados en cuyo epílogo Allen plantea: “Todos nos enfrentamos en la vida con decisiones agonizantes, con elecciones morales, pero nos definimos según las elecciones que hacemos, de hecho, somos la suma de nuestras elecciones”. En el desenlace la suerte juega un papel primordial y parece estar del lado del protagonista, aparentemente no hay consecuencias a sus acciones, sin embargo ¿No es el remordimiento la tortura más intensa que puede soportar el alma humana? Aunque no se crea en la justicia divina, aunque la suerte permita evadir la justicia humana, el hombre no puede escapar de sí mismo, al caer en cuenta de su mala acción ya está siendo castigado porque comprende que se ha estropeado a sí mismo voluntariamente.



[1] Erich Fromm, Ética y Psicoanálisis.


1 comentario:

Enrique dijo...

que tal jaz.

abro tu blog y lo que encuentro es un comentario sobre la película match point. qué se puede decir de esa joya? nada más que el tenis tiene una premisa, de que siempre se tiene que atacar, que cada punto se tiene que ganar, el que se pone a la defensiva pierde, y esa es la política del protagonista. la analogía del anillo y la pelota nos hacen pensar que, estamos del lado del que lanza, de que se pierde cuando no pasa la red o el barandal respectivamente. pero allen nos tiene una sorpresa: el ganador está del otro lado.