abril 17, 2006

derridaciones...

Somos prisioneros de nuestra perspectiva.

A los occidentales nos cuesta aceptar los vacíos. A diferencia de taoístas y budistas, hemos heredado una visión del mundo que otorga más valor a la presencia que a la ausencia, al todo que a la nada.

Anhelo una presencia pero sólo siento la corriente helada del gran vacío negro frente a la ausencia.

9 comentarios:

Lidia dijo...

amiga pasa lo mismo que con los silencios, sabes de alguna clase para escuchar silencios y apreciar la tranquilidad? la ausencia tiene un valor invaluable cuando nos sumergimos en ella y encontramos el mar.

Cuevano sabe mucho de ese sentimiento de vacíos y ausencias sin terminar.

Un abrazo
ele

Nebe Gebhardt dijo...

Aunque el vacío me seduce, no dejo de admirarme ante la precaria presencia.

Unknown dijo...

Aunque creo que luego hay presencias que en realidad se traducen en ausencias, presencias que quieres que se vuelvan ausencias y ausencias que están muy presentes.

Salute Jz!

Robert Blues dijo...

Tal vez, sólo tal vez, sea como en la música, en donde los silencios son importantes, pero sólo con ellos no se puede armar una canción.

Alberto Espejel Sánchez dijo...

la última, ¿originalmente va en cursivas también? o ese es agregado vuestro...

en occidente lo que se anhela es obtener, acumular y consumir, ejemplos tales de presencia, de anhelar presencias, inclusive materiales

la austeridad, la ausencia, el despojo son hijas del vacío del que poco se sabe por estas coordenadas

pero qué tal la confrontación cuando la belleza está en lo que apenas existe y que no necesariamente poseemos, o ese placer sólo posible en una emoción o un suspiro

claro que no hablábamos de belleza verdad?

pero viajarse, o dicho de un modo a tono, extrapolarse potenciados por las ideas de otros, es una cosa hermosa

y siempre ocurre contigo y tus bellas letras

(otra vez los favores: ahora es el otro link, albertoespejel.blogspot ya no existe por los mismos motivos, ahora es alberto-espejel.blogspot, gracias, muchas gracias licenciada (ah, y por cierto, ya eres JAZ y no JZ, qué bueno!!!, aunque a mi me encantaba el jotazeta escrito así))

Jose-Luis dijo...

Muy atinado! Aprendo a estar conmigo, para ESTAR contigo...porque es mas triste cuando se llega a decir que anhelo una ausencia pero sólo siento la corriente helada del gran vacío negro frente a la presencia.

Ah! mira, si mekishiko ya lo habia dicho...en fin! :)

Bernardette la gallina dijo...

....La Nada es el Todo, J@z
:D

jAz dijo...

...escuchar silencios, ausencias que nos guian hacia el mar... te sintonizaste conmigo Li, y sí, ahí está Cuévano para cuando necesitemos entendimiento, comprensión...

Hola Nebe! así es! el impacto de la presencia es asombroso, seductor, aunque se manifieste fugaz y precariamente...

Mekishiko, creo que te comprendo, a veces todo depende de la perspectiva del observador, o ¿es el observador el que depende de cierta perspectiva? Salute!

Hola Robert blues, sí, todo implica una complementariedad entre opuestos que al final forman un todo, sonidos y silencios plasmados en un pentagrama por notas y símbolos; nos servimos de los silencios para elaborar el tramado de una obra, para dotar a los sonidos de intensidad, forma, valor rítmico y dramatismo, aunque abusar de ellos así como evitarlos puede derivar en un desacierto musical...

Alberto, la última frase es una cita textual, lo demás es la síntesis personal de una lectura sobre las ideas de J. Derrida. Estoy de acuerdo con la reflexión que expresas, gracias por compartirla conmigo, saludos.
(Ya tomé nota para el cambio de link correspondiente)

Hola Nicolas! a veces es cuestión de perspectivas, y también a veces éstas pueden ser tanto confusas como terriblemente claras, un abrazo!

Qué tal Aly! esa complementariedad como nos sorprende a veces ¿no? ;o)

Jacobo Caudillo dijo...

Presencia que se escabulle. No deja de doler, sin embargo.