abril 16, 2004

El Pritzker para Zaha...

El premio Pritzker es el más prestigioso de cuantos se conceden a la trayectoria de un arquitecto. Los concede la Fundación Hyatt y fue creado en 1979 por los Pritzker, una acaudalada familia de Chicago propietaria de la cadena de hoteles Hyatt. Los premiados reciben $100.000 dólares, un certificado formal de la citación, y desde 1987, un medallón de bronce.

Zaha Hadid es la ganadora del Premio Pritzker de 2004, y primera mujer que lo recibe.
Este premio será entregado en el Museo Hermitage de San Petersburgo, el próximo 31 de mayo. Zaha Hadid recibió también el último Premio Mies van der Rohe, máximo galardón de la Comunidad Europea para la arquitectura.


Sin embargo, el Pritzker, como buen reconocimiento estadunidense, trae implícitos ciertos significados y manifiesta lo que es "políticamente correcto" para la sociedad y el gobierno de EE UU, estos significados manifiestan cómo ve EE UU al resto del mundo y cómo se maneja en su política, tanto interior como exterior, dentro de cierto periodo de tiempo y espacio (dos de las constantes que determinan la Arquitectura, la otra es la cultura).

Leyendo un articulo de Rubén Anguiano publicado en laboarq.com donde habla del Premio Pritzker y sus implicaciones, así como de su carácter "políticamente correcto", difiero y concuerdo en ciertas ideas, a continuación algunos estractos del artículo con mi respectivo comentario (también me permití hacer una corrección de estilo):

El Premio Pritzker del 2004

El Pritzker es un premio otorgado bajo los antecedentes preelectorales que vive la nación que le da origen, entre demócratas y republicanos se ha desatado una contienda por democratizar todo, incluyendo a la arquitectura, ejemplo de ello fue el pasado concurso para el nuevo WTC, el ganador fue Daniel Libeskind con un edificio delegado a las fuerzas de empresas transnacionales.

En esa idea y línea de “democratizar” se otorga este año un premio a una arquitecta de origen Irakí, que tiene su despacho en Londres y realiza obras en varios países, entre ellos EUA, sin embargo, no deja de resultar peculiar su origen: Irak, país invadido por los EE UU por medio de una guerra hasta hoy sin respuestas.

Un punto a destacar es que es la primera vez que una mujer recibe tal galardón, siendo Zaha Hadid, una de las mujeres que por sus meritos es de las más indicadas para recibir dicho reconocimiento, un paso adelante en un premio que, hasta hace un año, fue exclusivo para hombres, no por merito, sino por tradición.

Otra connotación política del Pritzker es la entrega de este premio en Rusia, País hasta hace poco en conflicto con los EE UU. Sin embargo, su entrega en dicho lugar también se debe a la clara referencia e influencia que ha tenido la obra de Zaha Hadid del suprematismo y del constructivismo ruso de la Vkhutemas con las obras de Vesnin, Vladimirov, Korolev, Gurevich, Golosov, las pinturas del Lizzitsky e indudablemente la influencia de Malevich.

Por último es importante anotar que día con día se hacen más ambiguos los procesos por medio de los cuales se valora la arquitectura y más son las disciplinas involucradas en hacerlo.


Dice Rubén Anguiano más adelante en su artículo que tal complejidad no puede converger en un premio, tan desmeritado como en lo que se ha convertido el Pritzker, sin embargo para él (y para mi también, pese a todas las implicaciones que conlleva el premio) el reconocimiento a Zaha Hadid es uno de los pocos aciertos que ha tenido en los últimos años.

A diferencia de Rubén yo creo que la complejidad de evaluar a la arquitectura debido a todo lo que ésta representa, debería converger en un reconocimiento (premio, tal vez) que la valore, claro, dicho reconocimiento no tiene que ser precisamente el Pritzker.

Zaha, una arquitecta que hasta hace poco dio el paso entre el papel y la materialidad, hasta la fecha la fama y el reconocimiento de Zaha Hadid se cimentan mas sobre sus proyectos en papel que en las pocas obras construidas, aunque la historia de la arquitectura la comparten ambas y arquitectos de la talla de Sant'Elia, Piranessi o Eisenman, no forman parte de ella por los metros cuadrados construidos, precisamente.