mayo 04, 2006

under green ground...

En León acontece el FIAC 2006, manifestaciones del arte contemporáneo en: música, danza, teatro, cine y artes visuales. Rt. y yo acordamos asistir al Teatro Doblado para dejarnos sorprender por Under green ground, puesta en escena de la compañía de danza alemana Mouvoir dirigida por Stephanie Tiersch. La concepción de la presentación del espectáculo sorprendió, el inicio de ésta fue inesperado, simple pero original. Desde el comienzo el crew técnico se volvió parte del performance, éste, la dj y la bailarina Alexandra Naudet, guiaron a la audiencia en una interesante transición que fue de lo común a lo individual, de lo cotidiano a lo sorprendente, de lo figurativo a lo abstracto.

Under green ground. © Tom Schreiber

En una disciplina que tiene al cuerpo humano como signo y al movimiento como lenguaje, Mouvoir muestra su concepción del mundo. El carácter kinético del discurso dancístico pareciera hacerlo inaprehensible, pero es precisamente esa kinesis expresada a través de la metáfora corporal y su cruda expresividad lo que lo hace, no digerible, sino impactante, generando así el efecto del choque de un proyectil en el blanco: la provocativa e introspectiva coreografía colisiona en la mente del espectador y lo reta a razonar sobre lo que en el escenario se desarrolla.

La significación que cada espectador dé a lo que se ha visto sobre el escenario variará y dependerá de la experiencia sensible de éste, a mí me significó la lucha constante entre el individuo y su medio, la interacción entre lo público y lo privado, la oscilación entre la defensa y la exhibición de la intimidad, y, en un contexto más general, el fluir del ciclo de vida y su enfrentamiento con lo inevitable: la muerte, para consecuentemente plantear la redención de ésta a través de un renacimiento incierto y no corpóreo: la transformación de la materia.

El verdadero artista aspira a develarnos la auténtica naturaleza de las cosas, el auténtico funcionamiento de la realidad, ya lo decía Antoni Tàpies: No creo acertado pensar que el artista se "anticipa"; la posibilidad del conocimiento de la realidad la lleva todo el mundo en sí, el artista no hace más que ayudar a despertarla en todos los que la tenemos dormida.

Después del intenso espectáculo fuimos al Alison Café en donde intercambiamos impresiones sobre lo que acabábamos de presenciar, comprobé que no existe una homogeneización en cuanto a los significados que cada quien obtiene de la apreciación de un arte con un carácter más abstracto que figurativo, precisamente porque éste matiza, difumina o fragmenta sus relaciones con la realidad apoyándose en su distancia con la fantasía, en eso radica precisamente su carácter divergente, su fuerza y su autenticidad.

Días después, dentro del mismo festival, asistí a Living memory, puesta en escena de la compañía canadiense de teatro Les deux mondes. Comparada con el espectáculo alemán Under green ground, la propuesta canadiense desmerece: con una narrativa excesiva y haciendo uso de recursos sensibileros se vuelve complaciente y también algo cursi, eso sí, el diseño visual es exquisito y novedoso, lo anterior me llevó a hacer un símil entre Living memory y el estereotipo de una película hollywoodense: un trabajo de factura impecable con una buena producción, pero complaciente y conceptualmente carente de ideas que reten al espectador.

2 comentarios:

Jose-Luis dijo...

?Has visto el trabajo de Philippe Genty?

Ve a
http://www.philippegenty.com/movie/Movie9_en.html
pica un ojo y encuentra tu camino a las Notas.

Una probadita...

The way we approach theatre means that the space is not like any other one. It is not where LIFE is, but a complete new space...I often use the magic and illusion to crack open the rationality and glide towards the subconscious, allowing the audience to play with the given images and calling out for the individual’s own references.

jAz dijo...

¡Hey Nicolas! gracias por la recomendación, por la probadita se antoja deliciosa...

¡un abrazo!