Fui como un rayo en el cielo nocturno,
una descarga de energía que bajó a tierra,
contundente, precisa, fugaz, efímera,
cimbré tu fortaleza con mi presencia.
Falto de cautela nunca previste pararrayos,
la torre del castillo se derrumbó en consecuencia,
'cerrado por derribo' reza tu cartel de advertencia,
aunque secretamente anhelas bajo ruinas
el retorno de una tormenta agostina.
Te voy a decir un secreto:
yo viajo a velocidad luz,
tú, a la del sonido,
viste mi relámpago tan sólo un instante,
pero aún te resueno en los oídos...
1 comentario:
es una belleza este poema. :) Gracias
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