apuntes breves sobre mis experiencias cinematográficas de fin de semana...

A veces la contemplación de otras formas de ver la vida me descubre algo que no sabía que tenía...

El violinista (Hanni Zai Yiki), de Chen Kaige. Cuando el talento y las oportunidades se contraponen al amor ¿Qué camino se debe seguir? Nunca me habían mostrado el amor de una manera tan diáfana como en esta cinta, el darlo todo sin esperar nada a cambio más que el bienestar y la felicidad de la persona amada es la más grande prueba de que el amor, en estos insensibles tiempos, aún existe, y que la sola experiencia de sentirlo y actuar en consecuencia, vale la vida entera. Hermosa y conmovedora historia donde la música funciona como el perfecto catalizador...

Mentiras Urbanas (Heights), de Chris Terrio. Pareciera que el amor tiene su propio destino, y sus propios signos y símbolos, el problema es que no todos compartimos el mismo código. A veces estamos tan ciegos que necesitamos que la casualidad o las consecuencias de nuestras equivocaciones nos abran los ojos para actuar, cuando no encontramos razones para cambiar es a veces la vida quien nos muestra el camino, si al presenciar cierto evento que nos debería doler sentimos alivio (y vergüenza por sentirlo), significa que nos hemos dado cuenta del error en el que nos encontrábamos (-¡gracias por darme una salida!- pensó Isabelle en la cinta). Bueno el speech sobre la pasión que da la Close al inicio del film (así como toda su actuación)...

Coffee & Cigarettes, de Jim Jarmusch. Reconforta saber que comparto ese vicio con otras personas. Disfruté contemplar los rostros en primer plano de esa gente famosa interpretándose a sí misma, fotografiados en blanco y negro, tomando café, fumando cigarrillos y mostrando las mismas inseguridades, conflictos y problemas que el resto del mundo, a final de cuentas todos somos seres humanos ¿no? Mi corto favorito fue el de Cousins? Con Alfred Molina y Steve Coogan, el único segmento en donde se sustituye el café por un buen té para beneplácito de estos dos ingleses, uno de los cuales detesta California y sus palmeras (Coogan), Molina organiza el encuentro porque desea plantearle algo a Coogan y comienza expresándole su admiración por su trabajo en 24 hour party people, le comenta sus impresiones sobre las múltiples y logradas referencias al contexto, tiempo y fenómeno que en dicha película se representa, pese al interés de Molina por conocer a Coogan, éste no se ven tan animado por el encuentro... Mi segundo segmento favorito fue el Meg y Jack (alias The white stripes): Jack shows Meg his Tesla coil, donde Jack le habla a Meg sobre Nikola Tesla y de cómo éste percibía al mundo como un conductor de resonancia acústica; mi tercer corto favorito fue el de Somewhere in California, con Iggy Pop y Tom Waits, Iggy se sorprende de la segunda profesión de Tom así como de que le guste tanto ese lugar en donde la rocola no tiene una sola de sus canciones, divertido escuchar hablar a este par sobre las impresiones que tienen el uno del otro entre otras cosas...

Un buen vino es como una buena película: dura un instante y te deja en la boca un sabor a gloria; es nuevo en cada sorbo y, como ocurre con las películas, nace y renace en cada saboreador. Federico Fellini