Cuando se ha salido del círculo de errores y de ilusiones en el interior del cual se desarrollan los actos, tomar posición es casi imposible. Se necesita un mínimo de estupidez para todo, para afirmar e incluso para negar. E.M. Cioran
agosto 17, 2004
otro lunes de cineclub...
MI VIDA SIN MÍ. España-Canadá, 2003.
La lluvia sobre el rostro no se siente igual cuando sabes que vas a morir irremediablemente en 3 meses, y menos aún cuando tienes 23 años y todavía te faltan muchas cosas por conocer, experimentar, sentir... "Acabas de descubrir que tu vida ha sido un sueño y que ahora estás despertando", esta es precisamente la situación a la que se enfrenta Ann (Sarah Polley) una joven madre de dos, casada con el primer hombre al que besó a los 17 años (Scott Speedman), con quien terminó casándose debido a un embarazo no planeado, y con quien vive en un trailer ubicado en el patio trasero de la casa de su madre (Deborah Harry).
Ann decide no comentarle a nadie sobre esta particular situación y la enfrenta sola, reflexiona y comienza enlistando en un diario: "cosas que debo hacer antes de morir". En el tiempo que le queda de vida, Ann decide, entre otras cosas: decirle a sus hijas que las quiere todos los días, grabar cintas con mensajes de cumpleaños para cada una hasta que cumplan 18, visitar a su padre en la cárcel, buscarle una mujer a su esposo, hacerlo con otro hombre para saber "que se siente", y hacer que alguien se enamore de ella.
La realización de los deseos plasmados en el diario, así como el anhelo de experimentar los sentimientos que despertarán en ella cuando lleve a cabo su plan, son los hilos conductores de la cinta que desembocarán, irremediablemente en su muerte.
El ser consciente de su propia muerte y el tener la certeza de la premura con la que ocurrirá, es lo que lleva a la protagonista a experimentar el significado del verbo vivir en su máxima expresión.
En la búsqueda de la realización de su anhelo de sentir, Ann conoce a Lee (Mark Ruffalo), un hombre callado, solitario y misántropo, y comienza con él una breve historia de amor que le brinda gratificantes y únicos momentos que le hacen más llevadero el dolor que su afección la hace experimentar, tal vez es la brevedad lo que magnifica la relación y la hace "perfecta", y es, a mi punto de vista, la mejor despedida que le brinda la vida a aquella chica que no había sabido vivirla a cabalidad, y la mejor bienvenida a aquel hombre que estaba tan decepcionado de ella.
La película muestra la glorificación de la vida a través de la muerte, la supremacía de calidad sobre la cantidad, y en palabras de la directora trata sobre descubrir el valor de la vida justo cuando se está a punto de perderla, ya lo dijo Oscar Wilde: "A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante".
Definitivamente "La/Mi vida sin mi" de Isabel Coixet es un poema a la vida y a los sentimientos que nos hacen humanos...
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 comentarios:
tiene buena pinta, intentaré con seguirla...
No pude ir a verla, y van dos lunes que simplemente no me doy tiempo. Ahora sí, el próximo lunes no me pierdo cineclub.
Publicar un comentario