octubre 19, 2004

Fin de semana de soledad y teatro...

Dos semanas sin disfrutar de los cafés o bares de la ciudad, V. en Kansas, B. sin poder salir por una lesión en la pierna, y yo sin ánimo de salir sola, el viernes Kaiser estuvo por aquí, y asistió a la misma obra a la que yo, gracias a la generosidad de mi tío, asistí al día siguiente; de su presencia por aquí no me enteré hasta el domingo, cuando E. vino a verme y me lo contó, no coincidimos, ni modo. Como ya comentaba, gracias a mi tío, que me obsequió un cortesía para prensa pude asistir el sábado pasado al Auditorio del Estado, la obra: La Cuadra de Sevilla con Imágenes andaluzas para Cármina Burana. El espectáculo iniciaba a las 8:00 pm, aunque yo llegué a las siete de la tarde, y a diferencia de la semana pasada, a esa hora ya se permitía el acceso al recinto, entré y me dirigí a la cafetería, me dispuse a leer el programa de mano acompañada solamente de una coca cola, un tabaco y las miradas de dos hombres de la mesa contigua, eran realmente guapos, no eran mexicanos y me dio la impresión de que eran gays, eso, claro, no les quitaba lo bien parecidos. Minutos después ingresé a la sala, la obra comenzó y fueron 90 min. sin intermedio de estímulos visuales y auditivos.

De acuerdo con el programa de mano, Salvador Távora, director de la obra, "se dejó llevar por los sentidos y las emociones que le sugiere la musicalidad de la cantata, y a través de un camino de vibraciones sonoras llega a una fantasía de imágenes, todo ello sin las condicionantes de los orígenes literarios medievales en los que se inspiró Carl Orff. El espectáculo explota en un desborde de pasión sangrante resonando bajo el zapateado flamenco, e incluye caballos blancos que bailan, toros, ninfas, vírgenes, cruces, medias lunas, cante hondo, voces de soprano solista, coros y guitarras, entre muchos otros elementos".

Imágenes Andaluzas para Carmina BuranaLa escena que se llevó la noche fue la crucifixión de una mujer de vestidos blancos, imagen por demás sorprendente que según el director expresa la explotación de la mujer como género dentro de la especie humana.

Los cantes y bailes flamencos se entremezclan con la solemnidad y belleza de los coros de la cantata de Cármina Burana dando por resultado un espectáculo desbordante de imágenes y sonidos que sorprenden hasta al más inmutable espectador.

El teatro, y habló de éste como arte y no como recinto, fue el mejor compañero para un fin de semana de soledad...



5 comentarios:

Teacher Pau dijo...

Pequeñas ventajas del Cervantino.

Guanajuato siempre ofreciendonos algo, que bueno que el ir sola no te haya detenido.

Susana Aparicio dijo...

que suerte... a mi no me importaria tener algun que otro fin de semana de soledad si fuese de esa manera...

Miguel Pinto dijo...

Carmina Burana da para todo, nunca Karl Orff se imaginó que tendría tanto éxito su recopilación de música pagana popular alemana, y que fuera a conocerse en todas partes, como se conoce hoy en día. Desde hace mucho tiempo vengo escuchando Carmina Burana, cuando era un niño, en la playa, mi papá la ponía a todo volumen, todas las mañanas, como un toque de diana a eso de las 8:00 am, para despertar a toda la tropa, incluyéndome a mi, por supuesto, y la verdad es que era mágico y un gran estímulo para iniciar el día. Que bonito gran recuerdo. Ahora, que extraño, la percepción que tenía en aquel entonces de esta música, es que era muy bella, con esos coros casi celestiales, y no como ahora nos la han hecho ver, ya que siempre la relacionan con ocultismo, exorcismos y demás ambientaciones satánicas.

jAz dijo...

Así es Ana, ventajas del Cervantino; cierto Susana a veces necesitamos de la soledad para disfrutar de nosotros mismos y del arte; Miguel, no puedo creer que te hayan tocado como liana los coros de Cármina Burana cuando eras niño, debió ser algo muy impresionante...

¡saludos muchos!

Unknown dijo...

Vaya, la España negra... No me había parado a pensar que Fuenteovejuna tiene ciertas reminiscencias. Es un tema fascinante.
Me recuerdas que me tengo que poner las pilas, que hay dos exposiciones que como no las vea ya las van a quitar cuando me qura dar cuenta, y que basta ya de ser una seta perdida en una gran ciudad. ¡Hay que aprovecharse de ella! De la gran ciudad, claro ;)