mi jueves de cervantino...

EN EL BALLET...

Jueves por la tarde, me dirigí al Auditorio del Estado en compañía de Tt. y Nn. para disfrutar del Ballet Nacional de España, que en ocasión del XXXII FIC, presentan la puesta en escena de Fuenteovejuna, obra coreográfica de Antonio Gades basada en la novela de Lope de Vega. Después de degustar un café, nos dirigimos a la sala a disfrutar del espectáculo, en él se le rindió homenaje al recientemente acaecido coreógrafo en palabras del director del Ballet, quien solicitó a la audiencia un minuto de silencio en memoria del fallecido artista, acto seguido el ballet comenzó.

Como bien se sabe, Fuenteovejuna se basa en un hecho real acaecido en el pueblo cordobés del mismo nombre durante el reinado de los reyes católicos. Un comendador, "monstruo ebrio de soberbia y lujuria", mantiene a sus vasallos en una permanente opresión, sin que ninguna otra autoridad ataje sus desmanes. Los atropellos y despotismos van poco a poco cimentando la rebelión popular, hasta que un día, los vecinos todos de Fuenteovejuna, alentados por una de las víctimas, se amotinan contra el tirano y, armados de aperos de labranza, le dan muerte en su palacio.

El pueblo, en tanto que protagonista colectivo de ese drama, no es que se haya tomado la justicia por su mano, es que ha optado por una conquista soberana: la de la libertad. Sólo suprimiendo la esclavitud puede aspirarse a la dignificación humana. Ante la falacia impune de un verdugo, las víctimas inocentes acaban eligiendo su propia respuesta: la insurrección como único camino posible a la liberación. Tampoco se trata exactamente de una venganza repentina, sino de un veredicto justicieramente madurado.

Con fervor admirable, Gades le otorgó a su Fuenteovejuna una dedicación y un fervor admirables. Era como si el desarrollo argumental de la obra de Lope se hubiese ido ajustando naturalmente al ideario social de Gades. La reacción de los personajes centrales del drama y de los labradores que los secundan, tiene algo de espejo de una acción colectiva que a todos atañe por igual. Una sola pregunta y una sola respuesta "¿Quién mató al comendador?/Fuenteovejuna, señor", le han dado la vuelta al mundo como bandera popular contra la tiranía. *

Fuenteovejuna con el Ballet Nacional de España fue un maravilloso espectáculo lleno de ese folklore español tan característico. Expresiones, situaciones y diálogos son transmitidos al espectador a través del lenguaje de la danza, no se necesitó de palabra alguna para transmitir la historia que, en su obra literaria, Lope de Vega escribió basado en un hecho real, y en la cual logró plasmar tan acertadamente los conceptos de esclavitud, insurrección, justicia y libertad, conceptos tan vigentes hoy en día y que, en esta ocasión, se representaron de manera excelente en una obra dancística llena de candor y pasión.

* Itálicas: Extractos del programa de mano por José Manuel Caballero Bonald.

EN EL CENTRO DE LA CIUDAD...

Después de disfrutar del ballet en el Auditorio del Estado, me dirigí hacia el centro de la ciudad, V. regresó después de una estancia en Kansas y otra en el DF y acordamos vernos en el centro. Mucha gente por la calles de la ciudad, alguna formada para poder entrar a algún antro o bar y otra simplemente deambulando por la zona, nos dirigimos al Café Galería y de ahí, después de deliberar un rato entre si ir al Grill o a La Botellita, nos decidimos por éste último, ya que nos moríamos de hambre. Una vez ahí e instaladas en una de las mesas del tapanco, disfrutamos de un excelente queso fundido con chorizo, rajas y champiñones, acompañado de tortillas y salsa, y también, claro, de unas Coronas. Al terminar con el fondue seguimos consumiendo cervezas y platicando agradablemente, nos divertimos con una que otra anécdota y una que otra suposición, y salimos de ahí a eso de las 2:30 am, las calles continuaban siendo recorridas por visitantes que intentaban de una u otra manera pasarla bien bajo la mirada vigilante de las fuerzas de seguridad pública que no se perdían un detalle de lo que en las calles ocurría.

Llegué a casa tan cansada pero satisfecha de los sucesos que me ocurrieron ese día, que rápidamente concilié el sueño, dormí tan sólo para levantarme horas después y salir corriendo a trabajar, esa es la desventaja de salir los jueves...