El cine escandinavo me seduce...

Penúltimo día de la Muestra Internacional de Cine y me vi recompensada con una excelente película sueca: "Sólo contra sí mismo" (Ondskan). Definitivamente algo pasa con el cine escandinavo, las últimas películas que he visto con dicha manufactura desde el año pasado hasta la fecha me han deslumbrado: las danesas Reconstrution, Elker dig for evig, y las suecas Miffo y ahora Ondskan, son los maravillosos ejemplos que puedo citar. El cine sueco en especial se está ganando un lugar en mi corazón, Ondskan es el segundo filme que veo en el año hecho en ese país escandinavo (después del adorable Miffo), la película me sedujo de principio a fin y me dejó totalmente satisfecha como espectadora.

Ondskan es dirigida por el cineasta sueco Mikael Håfström y está basada en la novela homónima de Jan Guillou, al respecto el director comentó: "Comencé a sentirme un poco nervioso cuando me di cuenta de la gran popularidad que goza el libro y la desilusión que podría provocar la adaptación. Pienso que logramos tomar el alma del texto y hacer una película que puede mantenerse en pie por sí misma", yo no he leído el libro, pero si puedo afirmar que Ondskan es una película desafiante, cautivadora y tan inteligentemente narrada que, tal como apunta el director, se sostiene por sí misma.

La historia transcurre en la Suecia de los años cincuenta y muestra a Erik Ponti (Andreas Wilson), un joven sometido a los maltratos de su padrastro frente a la mirada y actitud impasible de su madre, de ahí que Erik responda de la misma manera ante cualquier problema que se le presente, es por ello que es expulsado de la escuela y enviado por su madre al instituto privado Stjärnsberg.
Erik pronto se dará cuenta de que en dicho instituto no existe la equidad y que ahí gobierna un sistema de clases entre los estudiantes bajo la anuencia de los profesores en donde los privilegiados son los alumnos nobles y los más adinerados.
Las habilidades de Erik en el deporte y su renuencia a someterse a la voluntad y los caprichos de los estudiantes privilegiados harán que el protagonista se gane la antipatía del líder de éstos: Otto (Gustaf Skarsgård), quien se encargará de hacerle la vida imposible a Erik durante su estancia en el Instituto a manera de venganza.

En Stjärnsberg, Erik establecerá una sólida amistad con Pierre (Henrik Lundström), su compañero de cuarto y el chico más inteligente de la escuela y conocerá a Marja (Linda Zilliacus), una linda chica del servicio con quien desarrollará una prohibida pero atrayente relación.

El filme es desafiante e inteligente, y para quien pueda percibirlo admite una segunda lectura, ya que los conceptos y actitudes manifestados a nivel individual pueden ser también aplicados a nivel colectivo, es en parte por esta segunda lectura que la película me impactó, me cautivó, me deslumbró y me hizo estremecerme hasta lo más profundo, y es también por lo que salí del cine con esa sensación de satisfacción y saciedad que sólo contadas películas me han hecho sentir.

Como lo dije en un principio, no he leído el libro homónimo, pero si la película logró tomar el alma del texto, entonces no puedo esperar para correr a buscarlo...